La Virgen del Pino es la Patrona de la Diócesis Canariense, y fue coronada canónicamente en 1905. Su fiesta es la más importante de Gran Canaria.

La historia de esta fiesta se remonta al siglo XVI, cuando se trasladaba la Virgen a Las Palmas de Gran Canaria con el fin de hacer rogativas por falta de lluvias. La Virgen apareció hacia 1481 y que la devoción a esta advocación del Pino pudiera proceder de algún santuario precristiano del bosque de Teror.

La tradición fue pasando por diversas vicisitudes hasta prohibirse la entrada de las mujeres en la capilla, hoy por hoy olvidada. Se hace la romería hacia Teror en la noche del 7 al 8 de septiembre. La Bajada de La Virgen desde el camarín para que pueda estar más cerca de los romeros es muy emocionante.

La romería-ofrenda sale el 7 de septiembre del Castañero Gordo y llega a las puertas de la basílica de La Virgen del Pino, donde hay una representación de los municipios de Gran Canaria y de cada una de las islas. Es característico de las romerías canarias, que cada pueblo acuda con su propia representación, una carreta tirada por bueyes con una carroza que representa a la población, seguida de romeros ataviados como magos.

La aparición de la imagen de la Virgen del Pino convirtió a la Villa en el centro de peregrinación de la isla y en uno de los núcleos de población más importantes.

La actual Basílica se erige en la década de 1760, la riqueza artística del templo se manifiesta en el edificio que posee tres naves, ejecutadas en arcos de medio punto y cubierta de dos aguas.

En torno al templo erigido junto al pino dónde se produjo la aparición Mariana surgió el núcleo urbano de Teror.