San Roque de Montpellier es el patrono de Blanca. La imagen de San Roque tiene un Ángel Custodio, que le asistió en sus últimos momentos, y su perro fiel, que le alimentó en sus últimos días y le lamía sus llagas.
San Roque nació en una familia acomodada pero vendió sus pertenencias y se dedicó a asistir a los apestados. Murió en 1327 en su ciudad natal, después de múltiples viajea a Roma y de haber asistido a cientos de enfermos, ya que le tocó vivir la epidemia de peste que asoló Europa tras la Guerra de los 100 años. La talla es de 1941 ya que la original fue quemada en la Guerra Civil.
La romería en honor a San Roque es el viernes siguiente al Viernes Santo. Comienza con estruendoso doblar de campanas y una traca con cohetes.
El recorrido empieza en la plaza de la Iglesia , a lo largo de las calles Generalísimo, Concepción y Barrio Nuevo, hasta llegar a la «punta del pueblo». De ahí se sigue por la carretera de la Estación, que nos lleva a las afueras de Blanca , y se sube por la carretera de «el puerto» hasta llegar a su ermita , en «el campo de San Roque». El recorrido tiene una longitud de unos 6 km.
Una vez en la ermita , sobre las 11 de la mañana, se celebra la Santa Misa y se come, en auténtico día de fiesta, la tradicional «mona», el conejo frito con tomate, un trozo de tortilla, un puñado de habas tiernas… regado por un buen trago de vino y por supuesto las monas con o sin huevo.
San Roque es traído de vuelta por la tarde, al tiempo que alrededor hay danzas y cantos populares. Se le lleva de nuevo a la Iglesia de San Juan Evangelista de donde salió por la mañana. Las procesiones son acompañadas de pirotecnia.